jueves, 20 de enero de 2022

ADALBERTO, INFIERNO Y PARAISO


         A los quince años, Adalberto leyó aquel libro sobre Suecia por el que supimos que por allá había expendedores de condones, baños de vapor y la costumbre de llevar a las novias a dormir a casa.

Encandilado, Adalberto decidió contestar el anuncio de Birgit, una chica de Kiruna, que pedía amistad con chicos españoles aficionados a la pesca. Aunque Albert (así firmó la carta) no tenía ni idea de sedales ni de carretes, pronto enseñó orgulloso las fotos de aquella vikinga rubia y exuberante como el más avezado pescador mostraría un gran salmón.

Tras varios años, la cosa fue avanzando, y quiso Bertín conocer a la bella. Lo hizo un otoño, cruzando Europa en trenes cutres. Lo primero que sintió al llegar fue frío, pues Kiruna era puro hielo ya en octubre, aunque en las fotos siempre hiciese sol. Lo segundo fue decepción, pues Birgit no era rubia y tampoco escultural, sino morena y con cara de esquimal.

Pero quiso Fortuna, ayudada por Diana, que surgiera entre ambos algo más que amistad. Algo tuvo que ver el calor compartido en la sauna del hogar.


Mi contribución al concurso de relatos Esta Noche te Cuento sobre el frío/los comienzos.

https://estanochetecuento.com/adalberto-y-su-sueno-dorado-toribios/


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