viernes, 26 de marzo de 2021

ARGOS 3.0

Su incontrolable afición por los viajecitos interplanetarios le costó serios disgustos. De vuelta de una guerra lejana se vio prisionero de una venusiana que le tuvo cautivo varias órbitas. Cuando logró escapar, estuvo a punto de perecer víctima de un tornado de basura espacial. Pasó luego por la experiencia de resistir el subyugante canto de los anillos de saturno y el encantamiento del ordenador central de su propia nave. Cuando llegó por fin a casa se encontró que al perro se le había desconfigurado la memoria y tuvo que huir de allí, pues nadie más le recordaba.


Micro presentado a "Relatos en cadena" de la SER.


jueves, 18 de marzo de 2021

LA HUESPED

Sus deseos de comprarlo todo en Marte fue lo que nos puso sobre la pista. La tía Leocadia siempre había sido un poco dada al esnobismo. Ya de niña le gustaba comprar las chuches en los quioscos del centro, y de joven presumía de modelitos exclusivos que una amiga le traía de Londres. Pero desde que inauguraron los vuelos espaciales estaba enviciada. Así que nos pusimos a espiarla y fue cuando descubrimos la suplantación. De momento seguimos viviendo como si no supiéramos que, debajo de esa careta con los rasgos de tía Leo, hay un monstruo verdoso con trompetillas en las sienes.


Micro presentado al concurso "Relatos en cadena", de la Ser.

martes, 2 de marzo de 2021

JUEGOS DE VERANO

Habría sido insufrible ver a ese pedazo de cachas haciéndole el boca a boca, así que corrimos a socorrerla en cuanto hizo los primeros esparavanes. Armando fue quien la trajo hasta la playa. Iván se empeñó en practicarle la respiración artificial aprendida en el campamento de verano. Pero fue Félix, amparándose en estudiar Enfemería, quién acercó sus labios a la ninfa. Justo entonces reaccionó ella furibunda y le sentó de un empujón certero. No nos volvió a hablar en toda la tarde.
Lo recordamos ahora, cuando quedamos y hacemos unas risas. Después de todo Roberto ha resultado ser buen marido y buen padre. Por lo demás, ya casi se lo hemos perdonado todos.




COMPRÉNDELO, CARIÑO, NO HUBIERA PODIDO SOPORTARLO

Habría sido insufrible ver a ese pedazo de cachas haciéndole el boca a boca a su esposa, así que prefirió dejar que se ahogase. Los siguientes cuarenta años se dedicó a visitar su tumba e intentar convencerla de que lo hizo por amor.



Micro participante en la Jornada 21 de "Relatos en cadena" de la Ser.