No sé si una
oficina de empleo es el mejor sitio para enamorarse. El caso es que mi cliente
cayó flechado por Cupido ante una administrativa que se parecía tremendamente a
Ana Belén. El hombre ya no dio pie con bola, y tan pronto enloquecía viendo
“Zampo y yo”, como se ponía a cantar a voz en grito “Paxariños”. “Promover el
crecimiento productivo, así como el empleo de un lenguaje inclusivo…”, leía en
los temas de oposición, y se excitaba aún más. Así hasta los destrozos que
provocaron su detención.
“Pero, buen
hombre –le digo–, ¿no le parece que es usted ya mayor para estas chiquilladas?”
Y él,
enfadado, saca su cartera atestada y me enseña la foto de un Paul Newman
debutante.
“Mire, me las
saqué hoy para el carné. ¿Le parezco viejo?”
“Creo que me
quedo corto con lo de “enajenación transitoria”, señor juez”, digo al fin.
https://microrrelatos.abogacia.es/microrrelatos/02-2020/eximente-completa/
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