Siempre como nuevos. Es lo malo
de ser inmortales; a uno lo queman en la hoguera y resurge flamante de las
cenizas, le clavan cien saetas y ve cerrarse en un instante las heridas, se ahoga
en el océano y revive en una playa soleada. Y son ya milenios. Entre tú y yo
enemistamos a griegos y persas, metimos cizaña entre Boabdil y los cristianos,
azuzamos el avispero en los Balcanes, malmetimos a Xi Jimping. Es mucho tiempo,
hermano. Estoy por volver a tomar la quijada, a ver si esta vez acabo contigo
de verdad y se para esta locura.
Escrito para "Relatos en Cadena", de la Ser. Comienzo: "Siempre como nuevos".
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