martes, 7 de abril de 2020

UN MUNDO MEJOR


La propia de los buenos espantapájaros, es decir una camisa vieja con agujeros, un pantalón lleno de flecos, un sombrero de paja enmarañada. Esa es tu ropa, le dice el encargado. El trabajo, proteger los trigos. El jornal, un plato de sopa, ya de noche, cuando los pájaros vuelen a sus ramas. Tras la hecatombe no es mal trato poder comer todos los días. Sobre todo cuando pueden eliminarte por “elemento improductivo”. Se felicita Jonás en su sueño. Pero despierta y sigue allí, debajo de aquel puente, a la intemperie.




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