Los cálculos son falsos, me dices
cuando callas, olvidada del salón en el ángulo oscuro. Yo siento en el alma un
alondra cantar, y pienso en esas golondrinas que no han de volver. Pero tú,
erre que erre, los cálculos son falsos. Y las golondrinas con sus nidos por
colgar y el arpa cubierto de polvo y por tocar. Me voy pues a la calle, a
comprar el periódico en un kiosko de malaquita que hay junto al rebaño de elefantes.
Y vuelvo escoltado por un par de policías locales. “Prohibido salir”, me dicen,
y me dejan en el portal estupefacto.
Ya sabes: #yomequedoencasa y tú también. Cuidaros muchos.
ResponderEliminarBesicos muchos.