lunes, 18 de abril de 2022

PENDENCIAS VENIALES

Julio vino a casa y desplegó sobre la mesa del comedor aquella manta de terciopelo negro con la solemnidad de un oficiante. En sus entrañas dormían agazapados los relojes, que comenzaron con sus tictacs vivaces en cuanto se vieron sorprendidos. Mis padres me instaban a elegir y yo tardaba en decidirme. Al final me convencieron para quedarme con uno dorado de pulsera extensible, con números que refulgían en la oscuridad. Los primeros días sentía  en la muñeca  un peso extraño. Pero lo malo fue cuando mi hermano, siempre tan caprichoso, empezó a obsesionarse. Al principio era su mirada muda a todas horas. Luego su acoso y, por fin, el robo del objeto de deseo. Tuve que decir a mis padres que lo había perdido, porque ellos no soportan que les hable de la existencia de Narciso. Volví a depender de la hora de los viandantes y de las campanadas de la torre. A veces me despierto en plena noche y veo el verde resplandor de la esfera flotar en el espacio. Es mi hermano que celebra su triunfo. Confío en que se canse y lleguemos a un pacto. En el fondo somos buenos amigos.


Con este relato participo en el concurso de "Esta Noche te Cuento". Es tema es hermanos/relojes. En el micro aparecen ambos.

https://estanochetecuento.com/pendencias-veniales-toribios/

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