Cómo íbamos a imaginarnos que no sabía nadar, señor juez, si era de Niza. Allí todos nadan desde pequeños, nacen con una telilla entre los dedos de los pies, señoría, como las ranas. Es verdad que nos adentramos en el mar con la lancha y le echamos al agua. Una broma, señor, un juego entre colegas. ¿Que por qué lo del bloque de cemento atado a la cintura? Bueno señoría, por darle emoción. Pensamos que saldría. Si hasta aposté por él dos de los grandes.
Cuento presentado a "Relatos en cadena" de la SER. Frase inicial: "Cómo íbamos a imaginarnos que no sabía nadar".
Muy bueno. La verdad es que como lo iban a imaginar...
ResponderEliminarBesicos muchos.
Gracias, Nani, por pasar por mi casa. Saludos.
EliminarEcharte un ojo y comprobar que la lectura divierte, me gusta.
ResponderEliminarAbrazo.
Me alegra mucho, Juan Manuel. Muchas gracias por la visita.
Eliminar👏👏👏👏👏👏😘
ResponderEliminarGracias, arropain.
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