Igual que el gato se relame en su rincón, blando y caliente, atento solo a su pereza. Igual que él caza un ratón cansinamente y juega con desgana a devorarlo. Así tú ronroneas buscando mi cariño. No te entregas porque me ves presa segura. Te permites incluso el lujo de otear el contorno, por si algo despierta tu interés de depredador en excedencia.
Pero, ¿sabes qué? Que se acabó. Que ya no me dice nada tu elegante displicencia de felino. Que prefiero la compañía plebeya, pero más noble de los cánidos. La de este dogo argentino, por más señas.
—¡Rocco, hale por él!
Relato participante en "Relatos en cadena". Patrocinado por la Cadena Ser y Escuela de Escritores. Frase dada: "Igual que el gato".
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