El próximo favor se lo pido a
Santa Rita, pero este te lo voy a pedir a ti. Sí, no me mires con esos ojillos
de cordero. ¿No me decías que te subirías a los andamios de la noche y
descolgarías la luna para mí? ¿No ansiabas tener pulmones de tritón para arrancar
al légamo marino la perla más perfecta? Pues quiero ahora que dejes el
periódico, te quites las pantuflas y me bajes a por un petisú, sí, de esos de
la pastelería que siempre tiene cola. ¿Te haces el loco? ¿Desde cuándo te
interesan tanto las páginas salmón? Anda…, tráeme una torrija de la nevera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario